Este finde disfrutamos a full de la compañía de nuestro primo "Quitos". El sábado lo acompañamos a jugar en su "corralito". Le armamos torres, le mostramos cómo hacer andar autitos, le leímos cuentos y le hicimos escuchar el sonido de los sonajeros. En algunos casos demasiado cerca de su cara, pero ya estamos aprendiendo a ser cada vez más prudentes. Es que nadie nos había dicho que los bebés son tan frágiles!
Y a la noche lucimos juntos nuestros pijamas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario