Por suerte para el festejo me tocó mejor día que para el cumple "oficial", que fue más bien lluvioso.
Almorzamos y enseguida partimos a lo de Elen y Mauricio que generosamente nos prestaron su casa para el festejo.
Elena ya había hecho el 90% de las cosas. Así es mi tía. Expeditiva y malcriadora ;)
Pero nosotros aprovechamos el tiempo disponible para los últimos detalles: inflar globos, poner la mesa, decorar la galería, etc.
Después llegó el castillo inflable y con Bauti y Benja fuimos los primeros en estrenarlo! Tenía un mini-túnel y un tobogán gigante!
Enseguida empezó a llegar la familia (con la famosa torta rosa que había pedido desde Buenos Aires!) y también los primeros invitados! El resto de la tarde fue saltar, saltar y saltar en el inflable, también comer y tomar algo de vez en cuando, abrir unos cuantos regalos, y seguir saltando!
Finalmente llegó el momento más esperado. El que soñé desde el principio. El momento de mi torta rosa, las velitas y el "Que los cumplas feliz". Para ustedes será obvio, pero para mí, que es la primera vez que tengo un festejo de cumpleaños en serio (y con esto a me refiero que no sea entre todos los mayores de la familia sino con amiguitos de mi edad), es todo un evento!
Después de la torta, siguieron la piñata (que debo confesar, me dio mucho miedo pincharla!), el juego del paquete, el baile de las estatuas, la repartija de bolsitas, las burbujas...y demás!
Cómo nos divertimos! Tanto, que cuando se fueron todos los invitados, nos quedamos con la familia hasta la nochecita!!!
¡GRACIAS A TODOS POR TAN LINDO CUMPLEAÑOS!
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