Siguen los días lindos. Días de sol y de pileta. Y esta vez, a Carmen se le ocurrió llevarnos al club a hacer un picnic a la sombra de un árbol. Primero fuimos a la prove a comprar cosas ricas, y una vez equipados con los víveres correspondientes, estiramos las toallitas, abrimos la canastita, y a comer!
Hasta ahí todo tranqui. Después empezó el despilfarro de energía, porque conocimos la piletita del club! Al principio nos metimos de la mano de Carmen, un tanto cautelosos.
Después fuimos descubriendo que hacíamos pie y nos podíamos tirar de panza con los bracitos, así que fuimos tomando confianza y ya al rato no nos paraba nadie! Nadamos, pataleamos y salpicamos como nadadores profesionales!
¿Cuándo hacemos el próximo picnic-pileta, Carmen?
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