By Benja.
Que soy inquieto ustedes ya lo saben. Que soy catrasca también. Que no paro ni un minuto ya es conocido.
¿Pero sabían que también me meto adentro de los muebles de tal forma de quedar atrapado cual lata de sardinas?
Eso me pasó el otro día. Quise meterme en el aparador de la tele, y quedé tan comprimido que no podía salir. Tuvo que venir mamá a rescatarme, sacando el parlante que me mantenía apretado entre las tablas.
Lo peor de todo es que lo volví a hacer. Varias veces.
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